El selfie. La enésima vanidad del ser humano por enaltecerse y enseñar al mundo lo mejor que creen que pueden mostrar. El recurso más utilizado por chonis y canis. Un catálogo de espejos y baños que deberían permanecer eternamente en el más absoluto anonimato.
Poses y ángulos imposibles. Siempre iguales; siempre con las mismas caras de memos para sobrecoger a los demás. Pero si es que hasta los feos se hacen selfies.Calzoncillos DIESEL calvin klein
Mentirán como bellacos si te dicen que nunca se han hecho un selfie delante del espejo del baño (enseñando más o menos carne, rabo incluido). Mentira podrida. Tan extendido está el uso del selfie en el baño que hasta los de Diesel han decidido lanzar una campaña para promocionar su última colección de calzoncillos.
Pero, evidentemente, los chicos de Diesel no van a sacar una campaña basada en el selfie en el baño con gente fea y corriente. No no. Con los mejores chulazos, que así es mucho más llamativa. Porque con esta campaña lo único que quieren decirnos es que somos unos putos inútiles por intentar ser algo que nunca vamos a conseguir ser: buenorros que se hacen un selfie en el baño. Porque baño tenemos todos, pero buenorros hay muy pocos.
Respecto a los calzoncillos de Diesel, pues lo de siempre. Destinados al musculoquismo y público metrosexual, niñatos que se apuntan al gimnasio con 16 años para ser los más chulos del barrio, Rafa’s Mora y Labradores varios, aspirantes a tetes y demás. Colores flúor, apretados y enseñando la marca bien grande. Horrorosos. Esperpénticos. Pero siempre de moda.
Lo que ha dado de sí en selfie en el baño, oye. Gracias Diesel.